martes, 11 de junio de 2013

Michel Foucault y Umberto Eco


Esteban Yeray García Mederos


Michel Foucault y Umberto Eco
  “La Interpretación de la obra Literaria”
El Autor
Y
La Sobreinterpretación de textos

No se puede discutir sobre la intensión
 o interpretación del autor,
¿El concepto de obra y de autor que quiere decir?
¿Qué es lo que está en el texto y lo que no está?
No se puede probar, todas son válidas.
¿El texto muere con la verdad del Autor?
Encontrar la verdad de la obra mata a la obra


1.     Busca o inventa ejemplos  de interpretación y sobreinterpretación como los que proporciona Eco.

Ejemplo:

El cuento de un niño, en el que el bueno gana al final.



El cuento de un niño puede ser interpretado de muchas maneras, habrá algunas interpretaciones mejores que otras, pero no una sola interpretación, ni tampoco, una única mejor interpretación. Eco cree que las mejores interpretaciones se pueden ver a través de la metodología el “Círculo Hermenéutico”. Pero lo que sí se dice en esta época postmoderna es que nunca se sabrá lo que quería decir el autor, porque aún vivo, diga lo que diga, puede cambiar a varias interpretaciones.  Sabiendo esto y partiendo de esta base vamos a los ejemplos.

El cuento puede variar según la edad del lector, el contexto de la lectura, en cada individuo en sí mismo e incluso en cómo se lea. Un niño normalmente haría una interpretación buena en el sentido en que así es como tiene que terminar un cuento, un lector modelo, un adulto podría hacer otra lectura de que siempre gane el bueno, por ejemplo, tendría una visión más utópica, ¿Qué relación, intención o semejanza, semiosis hermenéutica puede tener con el autor el texto?, en un principio se pensaría que es un autor modelo en este caso, ya que es una lectura para niños, y se daría por hecho que tendría una intensión de máxima de coherencia, de todo verdad, escribiendo pensando de que el lector modelo lo va a entender todo, mientras que la interpretación de una persona adulta por ejemplo, podría tener una visión más de lector empírico, ya que en la interpretación de la obra literaria no tiene en cuenta al autor de real de la obra, si no al ideal para sí mismo y podría arrastrar la lectura, a sus significados.

El texto o la obra está dominado por la lógica de la semejanza, y el intérprete tiene el derecho y deber de sospechar de lo considerado como un significado, y observar si tiene unos indicios visibles que revelen relaciones ocultas, porque podría darse el caso de un error en la interpretación y para eso está el “Principio Popperiano”, si no hay reglas que permitan averiguar que interpretaciones son las “mejores”, existe al menos una regla para saber cuáles son las “malas”.

Para ser aceptada como paradigma, una teoría tiene que ser mejor que las otras teorías propuestas pero no tiene necesariamente que explicar todos los hechos con los que está relacionada. Una isotopía constante es un buen criterio interpretativo, pero mientras que estas no sean demasiado genéricas.

El debate clásico a descubrir en un texto lo que el autor quería decir, mientras que Eco en su interpretación de la sobreinterpretación de textos Literarios, expone a la obra más independiente a través de la metodología del “Círculo Hermenéutico”.

Otro ejemplo que podría dar sería sobre el símbolo nazi  que fue adoptada de la religión Hindú con otro sentido diferente, según su época histórica tendría una interpretación y según la ideología de cada uno también.


2.     Expón y justifica tu opinión sobre la relevancia de las intenciones del autor en la interpretación de textos literarios.

El debate de si el autor está muerto sobre la obra literaria, considero que está totalmente obsoleto, las metodologías sobre la interpretación de Eco son muy buenas pero hay que saber utilizarlas, y no ver  la obra como un problema matemático a resolver solamente, si no, como herramienta, estoy de acuerdo con el post-modernismo en que la obra se interpreta como quiera el lector, una interpretación libre, pero la teoría de Michel Foucault de dar muerte al autor no es legítima, el creador de la obra muchas veces juega, se ahorra palabras al escribir, al explicar , porque la obra viene de el autor y juega con su propias pasiones, vida e imagen. En muchas obras no se interpretaría correctamente sin la influencia del autor, su vida, su contexto, lo que yo llamo “su juego”, y en otras la obra puede tener sentido en sí misma sin el autor, plantear el debate de si ha muerto o no, no es aceptable, muchas veces es muy clara la interpretación, hasta que empiezan a jugar y a sacar sobreinterpretaciones, por otro lado las ideas Foucaultianas o postmedernistas es cierto de que “la auténtica interpretación no se sabrá nunca”.

Con las interpretaciones muchas veces es imposible caer en un texto sin poner toda la carga del mismo lector, su vida, edad, experiencias, o arrastrar algún concepto o idea que el autor no previó, dando otro significado inconsciente.


por: Esteban Yeray García Mederos

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