Por Esteban Yeray
García Mederos. 2013
“Filosofía Política”
Profesor
Javier Bustamante
Universidad
Complutense de Madrid
TITULACIÓN
|
GRADO EN FILOSOFÍA
|
CURSO ACADÉMICO
|
2013-14
|
||||
NOMBRE DE LA ASIGNATURA
|
|||||||
FILOSOFÍA POLÍTICA I
|
|||||||
PARTE
|
TEÓRICA
|
||||||
PROFESOR/A
|
JAVIER BUSTAMANTE DONAS
|
||||||
GRUPO
|
A y C
|
SEMESTRE
|
PRIMERO
|
||||
HORARIO
|
(A) M, X 09:00-11:00
(C) M, X 15:00-17:00
|
CRÉDITOS
|
6
|
||||
TIPO DE ASIGNATURA
|
BÁSICA
|
||||||
DEPARTAMENTO
|
FILOSOFÍA DEL DERECHO, MORAL Y
POLÍTICA II
|
||||||
DÍAS Y HORAS DE TUTORÍAS
|
M-X 11:00-13:30, 17:00-17:30
|
||||||
OBJETIVOS:
1) Reflexionar, histórica y filosóficamente, sobre los
valores morales y los conceptos jurídicos que fundamentan la Filosofía
Política; 2) analizar los paradigmas filosóficos del “contrato social” y de la
“justicia” en orden a la explicación del origen y de la finalidad de la
Democracia
CONTENIDOS GENERALES:
1)
LA
FILOSOFÍA POLÍTICA CLÁSICA
- El nacimiento de la Polis y la democracia
- La concepción de la República en Platón
- Aristóteles y las constituciones políticas
- Filosofía política en China: Taoísmo y
Confucianismo
- Cicerón y la cosmópolis
- Agustín y la Ciudad de Dios
- Tomás de Aquino y la república cristiana
- La Reforma luterana
2)
LA
FILOSOFÍA POLÍTICA MODERNA
-
El
contractualismo clásico
-
El
Leviatán de Hobbes
-
Locke
y el contractualismo liberal
-
Rousseau
y Kant: pacto y razón
3)
La
sociedad civil tras la Revolución Francesa
-
El
liberalismo post-revolucionario y Benjamin Constant
-
A.
de Tocqueville: la democracia en América
-
El
utilitarismo de J.S. Mill
-
El
estado hegeliano
-
Marx
y las teorías del conflicto social
BIBLIOGRAFÍA
PETRUCCIANI, Stefano, Modelos de
Filosofía Política. Amorrortu, Buenos Aires, 2008
(Texto de referencia de la asignatura)
ARISTÓTELES, Ética a Nicómaco, Pólitica, Estudios
Políticos y Constitucionales, Madrid, 1999, 2005, Edición bilingüe y traducción
por María Araujo y Julián Marías.
CICERÓN,
Marco Tulio: Sobre la República, Gredos, Madrid, 2002.
LOCKE, John, Segundo Tratado sobre
el gobierno civil, Alianza Editorial, Madrid, 1990.
MARX, Karl:
Critica al programa Gotha, Ricardo Aguilera, Madrid 1968.
MILL, John Stuart, El Utilitarismo, Altaya, Barcelona,
1995.
PLATÓN, La
República, Político, Timeo, Gredos,
Madrid, 2011. Prólogo por Carlos García Gual, Estudio introductorio por Antonio
Alegre Gorri.
ROUSSEAU, Jean-Jacques, El contrato
social, Tecnos, Madrid, 2005.
MÉTODOS DOCENTES:
Clases teóricas:
Exposición del profesor, apoyada por
lo general en los textos clásicos, en la que se proponen los problemas y
conceptos fundamentales de la disciplina. Se incluyen comentarios de texto
realizados por el profesor, con consultas y comentarios de los estudiantes.
SISTEMAS DE EVALUACIÓN: La evaluación del
curso consta de los siguientes elementos:
1.
Prueba escrita sobre los contenidos
de las clases teóricas y las lecturas comentadas por el docente. Se evaluarán
los conocimientos adquiridos por el estudiante, la claridad alcanzada sobre
ellos, así como la capacidad para emplear con precisión una terminología
filosófica básica, y exponer razonada y rigurosamente los problemas (50%).
2.
Análisis y comentarios de textos y
exposición oral de sus tesis y argumentos principales (30%).
3.
Participación en clase y, en su
caso, en el campus virtual, así como asistencia y tutoría (20%).
Para
aprobar la asignatura es necesario superar tanto el examen escrito sobre los
contenidos de las clases teóricas como las pruebas previstas en las clases
prácticas.
Campus Filosofía Política
FILOSOFÍA POLÍTICA I
(Clases teóricas) (Grupo teórico A)
1
|
Sesión 1 (24/09): Organización del curso y de las prácticas, uso del
campus
virtual. Introducción a la filosofía política.
|
|
2
|
Sesión 2 (25/09): El nacimiento de la polis y de la democracia. La
concepción de la República en Platón.
|
|
3
|
Sesión 3 (01/10): La concepción de la República en Platón (2).
|
|
4
|
Sesión 4 (2/10): Aristóteles y las constituciones políticas (1).
|
|
5
|
Sesión 5 (8/10): Aristóteles y las constituciones políticas (2). Tecné y
politéia:
la máquina de Antiquitera.
|
|
6
|
Sesión 6 (9/10): Filosofía política china: Taoísmo y Confucianismo.
Textos:
Tao Te King, Zhuang Zi, Lie Zi. (1)
|
|
7
|
Sesión 7 (15/10): Filosofía política china: Taoísmo y Confucianismo.
Textos:
Tao Te King, Zhuang Zi, Lie Zi. (2)
|
|
8
|
Sesión 8 (16/10): Cicerón y la cosmópolis. Agustín y la Ciudad de Dios.
Tomás de Aquino y la república cristiana.
|
|
9
|
Sesión 9 (22/10): 2) La Reforma
luterana. Spinoza. El origen de la
sociedad
moderna: El contractualismo clásico.
|
|
Sesión 10 (29/10): El Leviatán de Hobbes.
|
||
Sesión 11 (5/11): Locke y el contractualismo liberal.
|
||
Sesión 12 (12/11): El contractualismo clásico: Rousseau.
|
||
Sesión 13 (19/11): Kant, pacto y razón.
|
||
Sesión 14 (26/11): La sociedad civil tras la Revolución Francesa.
El
liberalismo post-revolucionario y Benjamin
Constant.
A. de Tocqueville: La
democracia
en América.
|
||
Sesión 15 (3/12): El utilitarismo de J.S. Mill.
|
||
Sesión 16 (10/12): El estado hegeliano.
Marx y las teorías del conflicto
social.
|
||
Sesión 17 (17/12): El mundo post-Marx: El mercado como sustituto del
Estado: La corporación / Inside Job.
Sesión de cine-forum.
|
23-09-2013
Martes
Javier Bustamante-Anarquista
–respeto con autoridad
AULA A-219
Clases repetidas a las
3 de la tarde Martes y Miércoles
Libro : Modelo de filosofía política de Petrucciani
La filosofía
política
fundamentales acerca del
si
es que hace falta
“La Filosofía Política trata Sobre el poder,
como gestionarlo”
En este Libro entra lo que vamos a dar en todo el curso
Citas y Anotaciones de clase:
-
“Carlos I
puso un rector Universitario, antes de aquí, sólo la dirigía la nobleza para recaudar fondos”
-
“El
lenguaje es como un vestuario hay que saber que ponerse, o de que vestirse”
- Kepler:
“Dios es músico” pensó entonces tengo que encontrar los compases del
Universo y gracias a esa idea entendió el movimiento de la vía láctea,
- “Si
hubiera un concepto de justicia común no habría bombas termobáricas, es el
fracaso de la invención humana”
-
“La claridad
es la cortesía del filosofo, Ortega”
-
“Cual es
el colmo, el botón nuclear, cuando matar ya es no ver nada”
-
“Quien
tenga devoción a la ley que no venga a esta clase”
- · Darwinismo social, clases
- · En Occidente la filosofía acaba cuando llega la teología, se mezcla con la política hasta hace muy poco, en Oriente no,
- · Parménides ser o no ser, es una cosa o otra, Ej. Ser bueno o eres malo …Heráclito todo fluye, puedes ser bueno y malo en la misma persona, la sociedad escogió Parménides. Heráclito - yo ya no soy el que cometió esa atrocidad, ( la sociedad escogió a Parménides en como se enfoca hoy día el capitalismo, sobre el Poder de eres lo tienes, encasillarte…)
·
Taoísmo, cuidado con las leyes, mas leyes menos virtud,
·
Aristóteles
todo está hecho para el hombre, (Protágoras)china no, si todo estuviera o fuese hecho para el hombre, los
mosquitos no se alimentaria de nosotros,
·
DOCUMENTAL
“el juego de la muerte”
-La vanidad del
Mal, no tiene voluntad de hacer mal, pero sigue órdenes,
- Ejemplo. 2009 programa, la gente no actúa por voluntad propia, cuando se hace la legalidad parece que va
bien,
·
Términos Ontológicos,
·
La importancia
del vacío y el espacio que ejerce como herramienta de control, se habló del
vacío (se puede sentar
en una silla porque hay vacío) el juego de los espacios
para el control o favorecer el diálogo, el diseño de nuestras infraestructuras
como por ejemplo la de alguna Universidad franquista, con un diseño donde te
ves obligado a entrar y salir y sin espacios o plazas para concentraciones,
recordemos que en Grecia, “donde los demás
ponían una iglesia, ellos ponían una plaza vacía” para facilitar el
diálogo,
·
Axiomas no son demostrables, teoremas la ciencia sin filosofía no estaría
completa nada y a la inversa,
·
Gramática de la Filosofía –
Mirarse
·
La técnica y la ética, la
Técnica no ve el límite (EJ. matar con un joystick, como si fuese un juego y
desde una pantalla)
·
En los chinos no existe el concepto de Autores
·
Rousseau
“Discurso de la desigualdad”
una de sus citas favoritas de la Filosofía Política,
24/09/2013
Miércoles
“Como el
hombre es malo
tenemos que crear
un estado para
protegernos”
El Deber y el Poder
Principios de la personalidad práctica
- La ética y la racionalidad práctica están
opuestas
Al
final es mejor ser ético,
Racionalidad práctica-
según las necesidades adquirir algo, comprar lago por ejemplo,
El paradigma hasta
ahora es
“cuanto mas
tienes mas quieres”
Todo es caro o barato según la abundancia y según una
economía basado en eso, pero con nuevos productos como es el correo electrónico
es al contrario, entre mas gente lo tiene mas valor tiene,
Van a por el dinero y a por el poder,
-
Teoría de la propiedad está basada en Aristóteles
Neoliberalismo
Zepas de un virus,
·
La finalidad práctica
El dilema del prisionero clásico
La policía arresta a dos sospechosos. No hay pruebas suficientes para
condenarlos y, tras haberlos separado, los visita a cada uno y les ofrece el
mismo trato. Si uno confiesa y su cómplice no, el cómplice será condenado a la
pena total, diez años, y el primero será liberado. Si uno calla y el cómplice
confiesa, el primero recibirá esa pena y será el cómplice quien salga libre. Si
ambos confiesan, ambos serán condenados a seis años. Si ambos lo niegan, todo
lo que podrán hacer será encerrarlos durante seis meses por un cargo menor.
-
Funciona mejor la solidaridad en las
empresas,
1-10-2013
Martes
El Origen de la filosofía
Es algo que se hace
colectivamente, va relacionado siempre con la polis y en común, entra con la aparición de ciudad estado, aunque no se concibe como estado, por
una razón practica fundamental, la Democracia de los antiguos , antes hacía posible la intervención
de los ciudadanos, En la Moderna elegimos a uno, la
libertad era libertad y participación, de todos los ciudadanos que llegó hacer
de 50.000 personas, de ahí el ágora tan grande, con millones de personas ahora
no, o a lo mejor si, con internet, Aristóteles no hay democracia real tiene
q ser reducida a unos pocos para gobernar, ahora nuevas formar de volver al
método antiguo,
-
Concepto de Aldea
global con
internet, participantes en tiempos real
Panorama
El primer periodo de la Grecia antigua, la época
oscura, se extiende entre los siglos XII y IX a.C. Son siglos caracterizados
por la decadencia y los grandes movimientos de población. Le sigue la edad
arcaica, el periodo que va entre el siglo VIII y la rebelión jonia de
principios del siglo V a.C. En ese momento reaparecen la escritura y la
navegación y surge una nueva forma de organización sociopolítica: la polis. Es el
momento de la expansión griega. Por fin, la época clásica comienza con la
guerra de las ciudades-estado griegas, contra el imperio persa, a principios
del siglo V a. C.
Estamos hablando de tres periodos:
1. Edad oscura,
entre los siglos XII y IX a. C.
Ausencia total de textos escritos.
2. Edad arcaica,
entre el siglo VIII y el siglo VI a. C.
3. Edad clásica,
siglos V y IV a. C.
Una fuente imprescindible para el estudio de la época
oscura es la Ilíada. Se trata de una obra en verso que recoge lo que sucesivas
generaciones de aedos, de poetas, fueron transmitiendo de forma oral y que tal
vez Homero, en el siglo VIII a. C, puso por escrito. Durante la época arcaica,
la Ilíada funcionó como una biblia para los griegos.
Además de Atenas, la otra gran ciudad-estado a la
que se refieren la mayoría de las fuentes es Esparta.
La ciudadanía de la
democracia ateniense1 BENITA BENÉITEZ
La teórica de la política HANNAH ARENDT establece en su
trabajo, ¿Qué es la política?, que las experiencias fundamentales de la política de Occidente provienen de
dos realidades de la antigüedad: las polis griegas y la res pública romana2. De estas dos realidades deriva gran parte de
nuestro vocabulario político. El concepto de ciudadano, la ciudadanía, aparece
por primera vez en ellas, y llega hasta nuestros días. Es en estos dos
contextos políticos, y en especial, en la democracia ateniense, donde se
desarrolla por vez primera y de manera más completa el llamado homo politicus3.
En este artículo nos disponemos a estudiar las
características del homo politicus en su contexto social, la ciudad-estado, y en concreto, en la Atenas
democrática. Para ello, repasaremos las constituciones de Atenas –SOLÓN,
CLÍSTENES y EFIALTES- que fueron democratizando cada vez más el régimen
político ateniense; a continuación, delimitaremos las principales instituciones
políticas, donde fueron protagonistas los ciudadanos atenienses; finalmente,
concretaremos las características y elementos que conformaban la ciudadanía de
la democracia ateniense. El compromiso y participación que esta democracia
demandó a sus ciudadanos supone el primer ejemplo de homo
politicus de la historia política de Occidente.
LA CIUDAD-ESTADO DE
ATENAS4
Atenas se consideraba ―la escuela de Hélade‖5, y con el
tiempo, se convirtió en la escuela de Occidente. En esta ciudad-estado6, el gobierno
por los ciudadanos se convierte en una verdadera realidad: la igualdad de
derechos, isonomía, y de palabra, isegoría, el juicio político, la participación
de todos los ciudadanos en las diferentes magistraturas, así como en la
asamblea y los diferentes tribunales, son fenómenos y principios que no vuelven
a presentarse en la historia política de Occidente con igual intensidad, por lo
que su ejemplo de vida en común será una constante en la teoría política
democrática hasta nuestros días.
Atenas se encuentra situada en Ática, península del mar
Egeo. Primitivamente la zona estuvo dividida en aldeas que guerreaban entre sí.
La mitología atribuye a TESEO7 el sinequismo que reunió en una sola ciudad a las diferentes aldeas del
Ática8.
Los atenienses se consideraban
autóctonos9,
lo cual era motivo de prestigio y honor. Descendían de los jonios, que eran
helenos10 al
igual que los eolios, aqueos y dorios. Los primeros datos políticos de Atenas
datan del siglo VII a. C.; se trata de la muerte de los partidarios de CILÓN
por los Alcmeónidas11 y la dudosa constitución de DRACÓN12. Con la constitución de SOLÓN, las
reformas democráticas de CLÍSTENES, EFIALTES y PERICLES, y el papel que juegan
en las Guerras Médicas, Atenas se convierte en la más importante y floreciente
de las ciudades-estado griegas.
LAS CONSTITUCIONES
DEMOCRÁTICAS DE ATENAS
Como ya hemos destacado, la constitución de Atenas giraba
en torno al principio de isonomía, sinónimo de democracia, de igualdad ante la ley, de derechos y deberes;
al principio de isegoría, libertad de
palabra de todos los ciudadanos e igualdad de tomar la palabra en la asamblea,
y finalmente, al principio de koinonía, que significa comunidad con miras algún bien13.
La constitución política de Atenas no quedará fijada por
una sola constitución, como ocurrió en la ciudad-estado de Esparta, sino que
cambiará y se transformará desde la época arcaica hasta el establecimiento definitivo
de la democracia, que tiene lugar después de la Guerra del Peloponeso, bajo el
arcontado de EUCLIDES en el 403 a.C. ARISTÓTELES enumera once cambios de
constitución14:
1. Los cambios con la entrada de IÓN; 2. La constitución en tiempo de TESEO; 3.
La reorganización constitucional de DRACÓN15 (621 a.C.), donde se escribieron por
primera vez las leyes antiguas; 4. La constitución de SOLÓN (591 a.C.), con la
que comienza la democracia; 5. La tiranía de PISÍSTRATO y sus hijos (561/511
a.C.); 6. Las reformas de CLÍSTENES (508 a.C.), que fueron más democráticas que
las de SOLÓN; 7. La supremacía del Areópago (478/462 a.C.); 8. Las reformas de
EFIALTES (462 a.C.) y el gobierno de PERICLES (461/429 a.C.), conocido como ―la
democracia radical‖; 9. La revolución de los Cuatrocientos (411 a.C.); 10. El
Gobierno de los Cinco Mil (410 a.C.), que trae de nuevo la democracia, y es una
mezcla equilibrada de democracia y oligarquía; 11. La tiranía de los Treinta y
los Diez (404/403 a.C.); y 12. La restauración de la democracia (403 a.C.)16. Con cada
uno de estos cambios se aumentó el poder del pueblo. Por ello, Atenas será el
modelo de ciudad-estado democrática en la antigüedad.
La constitución ateniense tendrá períodos de monarquía en
la época arcaica y en tiempos de IÓN; de aristocracia con TESEO, DRACÓN y la
Constitución del Areópago; de república con la constitución de SOLÓN; de
tiranía en los regímenes de PISÍSTRATO y su hijo HIPIAS; de oligarquía en los
regímenes de los Cuatrocientos, los Treinta17 y los Diez; y de democracia con
CLÍSTENES, PERICLES, el gobierno de los Cinco Mil y la constitución del siglo
IV a.C.18.
La división de Atenas en cuatro tribus se atribuye a los
tiempos de IÓN. Las tribus se llamarán como sus cuatro hijos: GELEONTES, los
―brillantes‖, tal vez los nobles; EGÍCORAS, los ―labradores‖; ARGADES, los
―artesanos‖; y HOPLETES, los ―soldados‖19 . Cada tribu se componía de tres fratías o tritías, (la tercera parte de una tribu), y doce naucrarías20. La fatría comprendía treinta linajes (géne) y cada linaje se componía de treinta hombres, genêtai. Estas tribus estaban unidas por lazos de sangre y
religiosos. Representaban la nobleza genealógica. Sólo los pertenecientes a
estas tribus eran ciudadanos, con el consiguiente derecho a la participación
política. Cada tribu tenía un rey, phylobasileîs. Como hemos indicado más arriba, la unificación del
Ática en una única ciudad-estado se atribuyó a TESEO, quien también suprimió la
monarquía21.
A DRACÓN (621 a.C.) se deben las primeras leyes escritas, tesmoi, que son las normas del tiempo arcaico, consideradas
procedentes de la voluntad divina; cuando las normas son obra de la razón
humana y fruto de la asamblea tendrán el nombre de nomoi.
La primera Constitución que hace más democrático el
régimen es la de SOLÓN. Su arcontado,en el año 594 a.C., modera la constitución
aristocrática existente y da más poder al pueblo. Sus reformas se producen en
muchos campos: 1. Realiza una cancelación de deudas, seisákhtheia, también llamada descarga. Los ciudadanos más pobres de
Atenas, por motivo de sus deudas, vivían abocados continuamente a la miseria y
podían llegar a la esclavitud. Para evitar esta situación, SOLÓN prohíbe los
préstamos con la fianza de la propia persona. 2. Establece la posibilidad de
apelación a los tribunales por el pueblo. 3. Aumenta las medidas, pesos y
monedas, favoreciendo el comercio en Atenas. 4. Divide el censo de los
ciudadanos en cuatro clases según sus recursos: los pentacosiomedimnos
o de quinientos medimnos22; los caballeros o de trescientos medimnos23; los zeugítes o de doscientos medimnos24; y los thétes o menos de doscientos medimnos25. Cada una de estas categorías tenían diferentes
obligaciones militares y políticas. Las más importantes magistraturas, como el
arcontado, estuvieron primero reservadas para la primera clase, y con el paso
del tiempo se abrieron a las restantes. Todos los ciudadanos participaban en la
asamblea, ekklesía, y en los
tribunales, heliea, con lo que hizo
más democrático el régimen. 5. También creó el Consejo de los Cuatrocientos26, boulé, formado por cien miembros de cada
tribu.
SOLÓN fue el legislador por antonomasia de los
atenienses, como lo era LICURGO de los lacedemonios. Su Constitución se consideraba
moderada. Con ella intentó responder a los intereses de todos, ricos y pobres,
como él mismo nos dice en sus poesías:
Al pueblo le di toda la parte que le era debida,
sin
privarle de honor ni exagerar en su estima.
Y de los que tenían el poder y
destacaban por ricos, también de éstos me cuidé que no sufrieran afrenta... En
asuntos tan grandes es difícil contentarles a todos27.
La profundización en la democracia se produce con las
reformas de CLÍSTENES (508/7 a.C.). Para que participasen más ciudadanos en el
gobierno28 sustituyó
las cuatro tribus jonias por diez nuevas29. Las diez tribus nuevas eran
divisiones territoriales y no de carácter familiar o religioso como las
antiguas. Cada tribu estaba divida en tres partes, tritís, que se corresponden con las diferentes zonas: zona
urbana (ásty), zona marítima (paralía), y zona central (mesógeios). Cada zona se divide en demos30,
originariamente se cree que fueron cien. Tomando a suerte una tritís de cada zona se constituía cada tribu (phylé), es decir, tres tritías
formaban una tribu. De este modo, la tribu agrupaba a
gente de muy diferentes lugares y modos de vida, artesanos, comerciantes,
campesinos. En la tribu, por tanto, no aparecían intereses locales, sino que
primaban los intereses de la comunidad31. Para adaptar el Consejo a esta
nueva situación aumentó en cien sus miembros, pasando a ser el Consejo de los
Quinientos, formado por cincuenta miembros de cada tribu32.
Para salvaguardar la democracia, CLÍSTENES estableció la
ley sobre el ostracismo33. Aquél ciudadano que sobresaliera en exceso, y del que se
pensará que podría convertirse en tirano, era desterrado durante diez años,
después de realizarse dos votaciones en la Asamblea. Primero, una vez al año,
en la sexta pritanía, se convocaba una asamblea para decidir si se debía
proceder al ostracismo. Si era afirmativa, se reunía una segunda asamblea en la
octava pritanía. En ella, cada ciudadano escribía el nombre de la persona que
creía que debía ser desterrada en la óstraka34. Los arcontes contaban el número de tejuelos y si había
más de seis mil, separaban los nombres. Aquél cuyo nombre estuviera escrito en
más tejuelos era desterrado por diez años. El primer desterrado por ostracismo
fue HIPARCO, hijo de CARMO, del demo de COLITO35, en el 487 a.C. El ciudadano
desterrado no perdía sus bienes, pero sí la posibilidad de participar en las
instituciones políticas atenienses. Esta intervención era muy valorada por los
ciudadanos, convirtiéndose el destierro en causa de deshonor. Con el tiempo, el
ostracismo fue utilizado por los partidos y facciones como instrumento de lucha
política.
La Pentecontecia (479-431 a.C.), los cincuenta años, será
considerada la ―Edad de Oro‖ de Atenas36. Después de las Guerras Médicas
(490-479 a.C)37,
Atenas se convierte en la más importante ciudad-estado griega. Para defenderse
de los persas se formó la liga Delo-Ática (478/7 a.C.)38 que primero tuvo su sede en
Delos39,
isla del centro de las cícladas, y después se traslado a Atenas, en el año 454
a.C. Todos sus miembros debían pagar un tributo40, en forma de contribución en naves o
en dinero; estos recursos fueron utilizados para embellecer Atenas, mejorar sus
fiestas y elevar el nivel de vida de los ciudadanos atenienses41. La
democracia ateniense dependerá de su imperio, pues la mayoría de sus
instituciones políticas eran sufragadas con los impuestos de la ciudad42 y los
tributos de los confederados. Cuando el imperio se pierde (404 a.C.), la ciudad
ya no tiene tantos recursos, pero se sigue pagando al ciudadano por asistir a
las instituciones políticas, al teatro, etc.. Con ello, el régimen se hace cada
vez más demagógico.
En la pentecontecia se encuentran las reformas de
EFIALTES del 462 a.C., asesinado ese mismo año, y el gobierno de PERICLES
(461/429 a.C.), elegido como estratego durante más de veinte años43. Durante
este período se continúa con la constitución democrática de CLÍSTENES. Se hacen
pocas reformas, pero las que se realizan democratizan aún más el régimen. Sirva
de ejemplo citar el pago de un salario a los miembros de los tribunales, misthós dikastikós; la disminución de las atribuciones
del Consejo del Areópago que hace EFIALTES; la apertura del arcontado a la
tercera clase censitaria, zeugitai, en el 457/6 a.C.44; y la restricción del derecho de ciudadanía al nacido de padre
y madre ciudadanos, que hace PERICLES en el 451/0 a.C.45
Cuando Atenas entra en guerra contra Esparta y sus
aliados, las desgracias se suceden: la peste y la muerte de PERICLES46; el caso de
los HERMES y los misterios, y la huida a Esparta de ALCIBÍADES47; el
desastre de Sicilia (415/413 a.C.); los períodos oligárquicos de los
Cuatrocientos (411 a.C.), los Treinta (404 a.C.)48, etc. Atenas pierde la guerra y con
ella, la confianza en sí misma. En el siglo IV a.C. el régimen se hace más
democrático, pero ya los ateniense miran al pasado con nostalgia, la verdadera
virtud se ha perdido, sólo queda la brillantez de los ―demagogos‖49.
LAS INSTITUCIONES POLÍTICAS DE LA DEMOCRACIA ATENIENSE.
Las instituciones políticas de la ciudad-estado de Atenas
fueron configurándose y evolucionado paralelamente a la formación de su
constitución democrática. El Consejo del Areópago50 era la institución más antigua de la
constitución ateniense. Formaban parte de él los arcontes más sobresalientes,
siendo este cargo vitalicio. En etapas aristocráticas y oligárquicas -después
de las Guerras Médicas y el gobierno de los Treinta Tiranos-, tuvieron
atribuciones muy destacadas en el gobierno de Atenas, pero a medida que la
constitución fue haciéndose más democrática, sus atribuciones fueron pasando al
consejo de los Quinientos y al Tribunal, Heliea. Su atribución principal había sido la de guardián de la
constitución y las leyes, así como vigilar su cumplimiento por parte de los
magistrados. Tenía también atribuciones judiciales. El Areópago era el
encargado de juzgar los casos de homicidio y los casos de impiedad, como los
daños a los olivos sagrados. Estas funciones jurídicas continuaron como
atribuciones suyas incluso después de las reformas de EFIALTES, quien, como
hemos estudiado, en el 462 a.C. quito muchos poderes a este Consejo e hizo la
constitución mucho más democrática51.
Otro consejo ateniense era el Consejo de los Quinientos, Bulé, que ejercía el gobierno de Atenas. En un principio,
estuvo formado por cuatrocientos miembros, cien de cada tribu jonia. Después de
la constitución de CLÍSTENES (508 a.C.) pasó a tener quinientos miembros,
cincuenta de cada nueva tribu. Todos los años se elegían sus miembros entre
todos los ciudadanos atenienses de más de treinta años. Se podía ser bouleuta dos veces en la vida, aunque el segundo
mandato sólo estaba permitido cuando el resto de los ciudadanos atenienses ya
habían accedido a él al menos una vez. Su atribución más importante era
preparar las sesiones de la asamblea, es decir, establecer su orden del día, proboúlema —SOLÓN establecería que ninguna materia
fuera presentada al pueblo en la asamblea sin pasar antes por el consejo. Eran
los encargados de examinar a todos los magistrados antes de tomar posesión del
cargo y de atribuir las pensiones a ciudadanos pobres e impedidos. También
tuvieron funciones judiciales sobre procesos económicos, de prisión y de
muerte, que en el siglo IV a.C. pasaron a ser competencia de los tribunales52.
El funcionamiento del consejo se realizaba a través de
las pritanías, que eran como una comisión permanente del consejo. El año se
dividía en diez períodos. En cada uno de ellos, los cincuenta consejeros de
cada tribu ática ejercían la pritanía. Al comienzo del año se sorteaba en qué
periodo iba a ejercer la pritanía cada tribu. Las cuatro primeras pritanías
eran de treinta y seis días, y las seis restantes de treinta y cinco, ya que el
año ateniense era de trescientos cincuenta y cuatro días. Los cincuenta
prítanes ejercían la presidencia del consejo y la asamblea durante una décima
parte del año. Cada día se sorteaba la presidencia de la pritanía entre sus
cincuenta miembros. El presidente, epistástes, actuaba como presidente del consejo y de la asamblea, sí
la había. Podría decirse que ejercía el cargo de jefe del Estado. Los prítanes
debían convocar el consejo todos los días, y la asamblea, cuatro veces por
pritanía. En el siglo IV a.C. se estableció la elección de los nueve proedos53. Cada uno era miembro de las nueve tribus que no estaban
de pritanía. Con esta medida se intentó que las diez tribus participaran todo
el año en el gobierno de Atenas54. Teniendo en cuenta la participación política
que suponía pertenecer al consejo y la pritanía, el filósofo alemán HERMANN
LOTZE llama al ejercicio de estos cargos ―escuela de democracia‖55.
Los jueces de los Tribunales eran ciudadanos de más de
treinta años que se presentaban voluntarios para el cargo. Cada tribunal estaba
formado por ciudadanos de las diez tribus. Los tribunales necesarios para
juzgar las causas pendientes se iban formando sobre una lista de seis mil
ciudadanos, seiscientos de cada tribu. La designación de los jueces era por
sorteo, presidida por los nueve arcontes y el secretario de los tesmótetas.
Cada tribunal estaba formado normalmente por quinientos un miembros. Si la
causa que iba ser juzgada era más grave, éste número aumentaba, ya que se
reunían en lugar de uno, dos tribunales, es decir, mil y un miembros, y así
sucesivamente. Todos los tribunales eran impares para evitar el empate. El
tribunal estaba reunido durante un día y en él se juzgaban causas privadas (díkai) y públicas (graphaí)56. Los discursos de demandante y demandado tenían una duración
que se establecía en función de la causa que fuera a juzgarse. En cada tribunal
había un ciudadano que se encargaba de controlar el tiempo de cada parte, para
evitar desigualdades. Además del encargado del tiempo, llamado el que atiende el agua, en todo tribunal
había un presidente, un secretario, y cuatro encargados de los votos57. Heliea fue un tribunal de apelación instituido
por SOLÓN, pero más tarde se usó la palabra con sentido más general, como
equivalente de tribunal o dikastérion. Su nombre procede de la plaza Heliea, lugar situado junto al mercado, donde se reunían todos
los miembros del tribunal o heliastas58.
Otros magistrados que tenían atribuciones judiciales eran
los jueces por demos, que creó
PISÍSTRATO (561-528 a.C.), y los jueces arbitrales. No se conoce el número de
jueces por demos que había en el
momento de su creación, pero en tiempos de PERICLES (461 a.C.) fueron treinta,
tres por cada tribu, y después de los Treinta Tiranos (404 a.C.) su número
aumentó a cuarenta, cuatro por cada tribu. Su designación era por sorteo.
Juzgaban asuntos particulares de cada tribu de hasta diez dracmas, mientras que
los pleitos por encima de este valor se traspasaban a los jueces arbitrales.
Los árbitros eran los ciudadanos de sesenta años. Todo ciudadano ateniense
después de cumplir sus obligaciones militares durante cuarenta y dos años,
desde los dieciocho hasta los cincuenta y nueve inclusive, tenía la obligación
de servir como juez arbitral por un año, si no incurría en atimía,
privación de los derechos de ciudadanía y exclusión de la
comunidad política59.
El centro de poder político de Atenas era la Asamblea, Ekklesía, formada por todos los ciudadanos de
pleno derecho de las diez tribus. En el siglo V a.C., el número de ciudadanos
llegaría a ser de entre sesenta mil y cuarenta mil. Después de la Guerra del
Peloponeso ésta cifra bajaría. Normalmente acudían a la asamblea entre cuatro
mil y seis mil ciudadanos. Los demos urbanos, de tendencia más democrática, eran los más asiduos a las reuniones
de la asamblea, mientras que los ciudadanos de los demos rurales, de
tendencia más oligárquica, eran más absentistas60.
La asamblea
de ciudadanos se reunía cuarenta veces al año, cuatro por pritanía. Las materias de debate eran numerosas: acuerdos de guerra y
paz, expediciones militares y aprovisionamiento en campaña; valoración de las
magistraturas y cargos administrativos; elección de estrategos y otros cargos
para la guerra; casos de ostracismo y condenas; legislación sobre asuntos de
gobierno interno, etc. En cada pritanía existía una asamblea principal61. En ella se
sometían a votación las magistraturas y se evaluaba su actuación, además de
tratar del aprovisionamiento de cereales y de la defensa del país. En el mismo
día también se presentaban, sí había, las acusaciones de alta traición, eisangelías62, que eran remitidas a los tribunales. Otra asamblea era
para suplicaciones, ―en la que el que quiere deposita una rama de olivo como
suplicante por las cosas que quiere, privadas o públicas, y las formula ante el
pueblo‖63.
Las otras dos asambleas eran para los demás asuntos. Se disponía que se
trataran tres asuntos sagrados y tres profanos. Esta igualdad se establecía
para evitar que una sola pritanía aprobase muchos más asuntos que otra. En la
sexta pritanía se decidía si era necesario algún proceso de ostracismo y las
acusaciones de los sicofantas, probolé64.
Todos los ciudadanos atenienses participaban del consejo,
los tribunales y la Asamblea, donde se encontraba el poder soberano; además
existía la posibilidad de desempeñar un cargo administrativo en una de las
magistraturas anuales de Atenas. La magistratura más influyente era el
arcontado. En un primer momento, los arcontes fueron tres: arconte, rey, y
polemarco, y se elegían entre las primeras clases del censo65. Más tarde,
a éstos se sumaron los seis tesmótetas, y en lugar de ser una magistratura
electiva paso a ser también sorteable. Cada uno tenía unas atribuciones
precisas: el arconte epónimo dirigía todos los procesos en los que estuvieran
implicados ciudadanos atenienses, preparaba ciertas fiestas como las Dionisias
o las Targelias, y daba su nombre al año ateniense; el rey tenía atribuciones
religiosas como cuidar de los misterios o dirigir los sacrificios; y el
polemarco, que en un principio había ejercido el mando supremo del ejército,
paso a desempeñar la dirección de todos los procesos en los que estuvieran
implicados extranjeros, metecos. Lo que el arconte era para el ciudadano, lo era el polemarco para el
meteco. Los seis tesmótetas cuidaban todo lo relacionado con las leyes y los
tribunales, y era nombrado un secretario para ellos, el secretario de los
tesmótetas66.
Además de estas magistraturas existían otras muchas para
administrar el gobierno de Atenas, como los tesoreros, los vendedores, los
recaudadores y los contadores, los inspectores urbanos, los reparadores de
santuarios, los inspectores de mercado, los inspectores de medidas, los
encargados del puerto y los vigilantes del trigo, los once y los introductores
de causas, los constructores de caminos, los defensores del fisco, los
secretarios de lectura, los intendentes de sacrificios, etc.. Todas estas magistraturas
se designaban por sorteo67.
Las magistraturas electivas eran pocas, todas ellas
relacionadas con la guerra68o las finanzas. En el siglo IV a.C. se elegían a los diez
estrategos, los diez jefes de infantería, los dos jefes de caballería, los diez
jefes de escuadrón, el jefe de caballería en Lemmos, y un administrador para la
nave Páralo, y otro, para la nave Amón. De todos estos cargos el principal era
el de estratego. En un principio era elegido uno de cada tribu. Después se
elegían de entre todas las tribus. Los estrategos eran designados para
diferentes funciones: uno era el jefe de los hoplitas69; otro custodiaba el país;
dos cuidaban las cosas del Pireo, —uno para Muniquia y otro para Acte—; otro se
encargaba de las sinmorías, —
coordinación de los contribuyentes—; y los cinco restantes no tenían una
atribución determinada70. Los estrategos tenían plenos poderes sobre las fuerzas
militares que dirigían, podían convocar la asamblea, y en cada pritanía, en la
asamblea principal, daban cuenta de su mandato. Se elegían anualmente, pero
eran los únicos cargos de Atenas en los que se podía reelegir a la misma persona
cuantas veces se quisiera. La destreza en asuntos militares era muy apreciada
por el pueblo de Atenas. Se ha calculado que durante el siglo y medio que va
desde el final de las Guerras Médicas (479 a.C.) hasta la victoria de Filipo de
Macedonia en Queronea (338 a.C.), Atenas estuvo en guerra con un promedio de
dos cada tres años, y nunca disfruto de una época de paz de más de diez años
consecutivos71.
LA CIUDADANÍA DE LA
DEMOCRACIA ATENIENSE
Todas las instituciones políticas de la ciudad-estado de
Atenas estaban ocupadas por ciudadanos. Su participación política y militar en
la polis era constante a lo largo de su vida. Los atenienses estimaban mucho
esta participación, llegaron incluso a recibir un salario por ella, misthós72. La condición de ciudadano conllevaba obligaciones
militares; cada clase propietaria asumía unas: los ciudadanos más ricos, pentacosiomedimnos, debían dotar un trirreme; a partir del 411 a. C. cada dos ciudadanos ricos
dotaban uno73.
Los caballeros prestaban su servicio militar en la caballería, los zeugitas en el cuerpo de hoplitas74, y los thetes, los ciudadanos más pobres de Atenas,
servían como marineros o tropa ligera. Además de estas obligaciones militares,
si por algo se sigue analizando la ciudadanía ateniense es por la participación
política que consiguieron desarrollar: a la Asamblea podían acudir los
ciudadanos que lo desearan; en ella se votaban las diferentes decisiones que
contenía cada convocatoria, y todo ciudadano podía enriquecer el debate con su
juicio, isegoría. Los Tribunales
eran formados por seis mil ciudadanos mayores de treinta años, que se
presentaban para ser jurados. Estas dos instituciones eran las que realmente
tomaban las decisiones en Atenas. Las demás magistraturas se limitaban a
ejecutar y administrar estas decisiones. Todo magistrado era inspeccionado
antes (dokimasia, examen) y
después (euthynai, rendición de
cuentas) de desempeñar cualquier cargo. Todas estas prácticas democráticas se
convertirán en referencias ideales para la teoría política democrática de
Occidente.
Además de esta participación política y militar, los
ciudadanos atenienses llevaban una intensa vida en común. Asistían a las
diferentes fiestas en honor de sus dioses; las más importantes eran: las
Dionisias, fiestas en honor del dios Dioniso; las Targelias, fiestas dedicadas
a Apolo y Ártemis; las Panateneas, fiestas en honor de Atenea; las Prometias,
fiestas en honor de Prometeo; y las Hefestías, en honor de Hefesto75. También
acudían al teatro, a los coros musicales, y a los juegos escénicos que
celebraban las grandes fiestas. Por todo ello recibían una dieta del fondo
público denominado theorikón76.
Atenas era una de las ciudades más pobladas de Grecia,
como Tebas y Argos. A los cuarenta mil ciudadanos que existían en el siglo V a.
C. hay que añadir los metecos77, isóteles78, libertos y esclavos de Atenas.
Solamente los ciudadanos participaban de esta intensa vida en común, con todo
un abanico de derechos y obligaciones que hicieron que la vida pública del
ciudadano brillara como nunca más se ha visto. Podemos recoger las palabras de
PERICLES que ya anunciaba que los atenienses serían admirados por sus
contemporáneos y por las generaciones futuras79. La democracia ateniense, basada en
los principios de isonomía, igualdad ante la
ley, y de isegoría, derecho a hablar
y proponer medidas en la Asamblea, fue conformando un ciudadano con una virtud
cívica plena, llena de elementos políticos, militares y cívicos. En Atenas, la areté no contenía sólo elementos de virtud
guerrera como en Esparta —donde se decía: ―volved con el escudo o sobre el
escudo‖— sino que, además, a estos elementos se le añadieron ciertas virtudes
prácticas80.
La areté era una facultad práctica que debía realizarse continuamente en la polis;
abarcaba razón y habilidad, distinción, valentía, generosidad81, dominio de
sí, y también fama, prestigio y bienestar. Unía la acción a la palabra82, cualidad
muy apreciada por los griegos desde HOMERO. Este ideal de ciudadanía ya fue
enseñado a AQUILES por FÉNIX: ser apto para pronunciar bellas palabras y
realizar acciones83.
―Porque, en nuestra opinión, no son las palabras lo que supone un perjuicio
para la acción, sino el no informarse por medio de la palabra antes de proceder
a lo necesario mediante la acción‖84. El hombre estaba llamado a cumplir una
existencia superior: la vida plena en la comunidad, la realización de la areté, y la conquista de la eudaimonía, la felicidad. El ciudadano era el fin
de la ciudad-estado, y también era su origen, de ahí que se identifique a la
ciudad con el conjunto de sus ciudadanos. Los atenienses85 dedicaban a la polis su
cuerpo y su mente; continuamente se planteaban nuevos proyectos en común,
propuestas audaces y arriesgadas, siendo innovadores y modernos como no volverá
a serlo ningún pueblo.
Con todas las características que hemos ido delimitando
observamos que la democracia ateniense conquistó un modelo de ciudadanía que
desarrolló plenamente el llamado homo politicus. No debemos olvidar que fue la profundización en la
democracia, y la participación ciudadana que ésta requería, la que hizo posible
el desarrollo de este modelo de ciudadanía. El hombre
político disfrutó de la autoridad que en la
época arcaica había sido para otro modelo humano: el hombre
heroico. En aquel entonces sólo unos pocos, los aristoi, los nobles, podían participar militar
y políticamente en los gobiernos de las ciudades-estado griegas. La democracia
ateniense posibilitó que la areté, la cual tradicionalmente sólo podía ser alcanzada por los mejores,
pudiera también resultar accesible al conjunto de los ciudadanos atenienses. La
areté, que siempre
significó la excelencia de quienes la poseían, en el contexto de la democracia
ateniense pasó a entenderse como una politiké areté. Todos los ciudadanos atenienses, por medio del desarrollo
de la politiké areté, ponían en
relación su inteligencia, cooperando en el espacio vital de la polis.
Las características del homo
politicus sirven también para entender qué
significa hoy ser ciudadano, ya que algunas de las ideas políticas que se reivindican
para la ciudadanía contemporánea se encuentran en el ideal que siempre ha
supuesto la democracia y ciudadanía ateniense.
Como hemos estudiado, el principio político de la isonomía, sinónimo principalmente de
democracia, fue desarrollándose con cada reforma de la constitución ateniense.
Primero, SOLÓN, realizó una clasificación de los ciudadanos basada en la
propiedad o tierra cosechada; a partir de ésta, podemos hablar de los pentacosiomedimnos, los caballeros, los zeugitas, y los thetes. Las obligaciones
militares y políticas se adjudicaban en función de la posición económica de
cada ciudadano; es decir, su categoría económica marcaba el grado de
participación en la vida en común y en el gobierno de la ciudad. Con las
sucesivas reformas constitucionales, sobre todo con las que realizan CLÍSTENES
y EFIALTES, la ciudadanía se va desvinculando cada vez más de la posesión de
tierra.
El homo politicus del que nos habla MAX WEBER en Economía
y Sociedad86 no sólo se basa en la posesión de un pedazo de tierra
sino, ante todo, en la participación en el gobierno de Atenas. En primer lugar,
los ciudadanos atenienses debían defender la ciudad de cualquier agresión
interior o exterior, y todos lo ciudadanos
tenían obligaciones militares durante toda su edad adulta. En segundo lugar, se
debía colaborar en el gobierno de Atenas: los ciudadanos atenienses formaban
parte de la asamblea, de los tribunales y del consejo, y en algún momento de su
vida ocupaban una de las numerosas magistraturas que existían en Atenas. Se
decide, de este modo, entre todos los ciudadanos las cuestiones que definen la
vida en común de la ciudad. En tercer lugar, participan en las fiestas
religiosas y en los espectáculos públicos, y reciben una dieta pública para
asegurar su asistencia. En cuarto lugar, existía el derecho de todo ciudadano a
tomar la palabra en la asamblea, declarar sus opiniones políticas y gozar del
prestigio de ser escuchado: la isegoría.
Para ARISTÓTELES, la capacidad de palabra distingue al
hombre del resto de los animales, que sólo tienen voz: ―Pero la palabra es para
manifestar lo conveniente y lo perjudicial, así como lo justo y lo injusto. Y
esto es lo propio del hombre frente a los demás animales: poseer, él sólo, el
sentido del bien y del mal, de lo justo y de lo injusto, y de los demás
valores, y la participación comunitaria de estas cosas constituye la casa y la
ciudad‖87.
Esta opinión verdadera es la virtud que debe poseer todo ciudadano88, que es la
condición del que gobierna y es gobernado en la ciudad: ―en cada régimen es
distinto, pero en el mejor es el que puede y elige obedecer y mandar con miras
a una vida conforme a la virtud‖89. [es la definición que da Aristóteles del
ciudadano en la ciudad mejor organizada, en conexión con la virtud que debe
poseer todo ciudadano: la opinión verdadera, si no te parece puedes quitar la
parte que cree confusión. esto no queda del todo claro, y se repite la cita con
la última del texto]
Esta unidad de política y ética es un rasgo que
encontramos también en la democracia ateniense, ya que como hemos indicado se
demandará al conjunto de sus ciudadanos la realización de la politiké areté. El sacrificio por la ciudad, la
existencia dedicada a la ciudad, se convirtió para los ciudadanos atenienses en
la forma de vida más honorable. Podemos rescatar las palabras de HANNAH ARENDT:
―La propia excelencia, areté para los griegos y
virtus para los romanos,
se ha asignado desde siempre a la esfera pública, donde cabe sobresalir,
distinguirse de los demás. Toda actividad desempeñada en público puede alcanzar
una excelencia nunca igualada en privado, porque ésta, por definición, requiere
la presencia de otros, y dicha presencia exige la formalidad del público,
constituido por los pares de uno, y nunca la casual, familiar presencia de los
iguales o inferiores a uno‖90. La democracia ateniense basada en los
principios políticos de isonomía —igualdad ante la ley— e isegoría —libertad de palabra— posibilitó la realización de la politiké
areté al conjunto de sus ciudadanos, que es la condición del
―que participa del gobernar y del ser gobernado; en cada régimen es distinto,
pero en el mejor es el que puede y elige obedecer y mandar con miras a una vida
conforme a la virtud‖91.
89 Ibíd., III 13, 1284a, p. 191.
90 ARENDT, La
condición humana, p. 158.
91 ARISTÓTELES, Política, III 13, 1284a, p. 191.
Por Esteban Yeray García Mederos
No hay comentarios:
Publicar un comentario